lunes, 3 de mayo de 2010

Reseña del poemario "El pequeño y mugroso pólack" por Diego Molina Rey de Castro


EL LADRÓN QUE SE HA ROBADO TODO:
¿QUIÉN ES “EL PEQUEÑO Y MUGROSO PÓLACK”?

Por Diego Molina Rey de Castro*


Teniendo en consideración el orgullo del poeta, el nombre de este poemario (El pequeño y mugroso pólack, Lustra editores, 2007) es, francamente, temerario. Generalmente, el poeta se siente visionario, un peregrino que busca y busca la verdad, la belleza, la realidad de uno mismo, de la poesía misma, de lo que sea. El poeta tiende a referirse a sí mismo de muchas formas; pero, como “pequeño” y “mugroso”, difícilmente. Se requiere agallas, hay que reconocerlo. ¿Qué busca uno al escribir el nombre de un libro, momento alucinado del escritor, en el cual la autoreferencia es tan peyorativa? Para Bruno Pólack (Lima, 1978) significa decir lo que uno realmente es como poeta. Cuando uno se involucra con el asunto este de forma cabal claro está.

"El pequeño y mugroso pólack" no tiene ningún respeto por el propio Bruno ni por los personajes de su poemario, ni por Franz Liszt (ni su obra) ni por nadie. Este alter ego, o, mejor dicho, este yo poético que vive dentro de Bruno toma por asalto pedazos de la vida de su creador, de historias lejanas de compositores, de inmigrantes muertos o de lo que sea que se encuentre en su camino. Una manera de asirse de todo lo que inspira, más allá de las limitaciones. Pólack encuentra así, a través de la poesía, una nueva realidad, una nueva vida. Ya no es tanto sobre si Bruno sintió o vio esto o aquello. El “pequeño y mugroso” se encarga de tomar todo lo vivido y confundirlo con otras vidas y asuntos, sin respeto alguno ni formalismos como la “intertextualidad” para tejer una nueva existencia de donde surge toda esta poesía.


La (re)invención de la soledad

“En cierto modo/ es más hermoso ver el mar que/ estar en él.” Así culmina el poema Origen. Este verso puede resumir la frustración de Pólack que tiene frente a sí una serie de situaciones que no puede aprehender, ni estar inmerso. Observa lo que sucede a su alrededor y, tratando de corromper la frustrante distancia, por medio de la poesía, se apropia de la imagen, de los hechos y recrea un nuevo mundo. En L´artison de son prope malheur, que podría denominarse como “poema estilo policial” se origina de un cadáver recogido por la policía en un río. Desde ese cuerpo, se desenvuelve toda una historia entre el escritor y el muerto –probablemente un inmigrante llamado Rachid– una historia pasional, en la cual, inclusive hay un personaje llamado Bruno. La ubicación es europea, lo más probable. El pequeño y mugroso se apropia y alucina la vida y las historias de sus héroes, no las observa como quien ve al mar, las origina y las vive. Las fronteras de lo real y lo imaginario, en su poesía, caen para crear un libro donde el resultado en sí mismo es la nueva verdad, la esperada, la deseada, la que hubiera sido posible en otros contextos.

Así, la imposibilidad de asirse a las cosas que rodean al poeta, de aprehender las emociones y los sucesos requieren de una voz que lo hace sin compasión. El yo poético convive con el autor y le da “sentido” al mundo, a un mundo extraño que requiere de la invención para lograr capturarlo. La realidad, las dimensiones (tiempo y espacio) son adquiridas por el yo poético con la libertad que no tiene el poeta en sus limitaciones físicas. La lucidez del escritor requiere de la locura de la cual es dueño el pequeño y mugroso. La poesía en este sentido, necesita esta actitud que adquiere los elementos como propios para crear y recrear.

De esta manera, hasta los poemas más personales de este libro muestran la intensión de estar totalmente en la emoción, en la sensación, por lo cual se requiere a alguien más dentro de uno mismo para poder entender y adquirir. Ya no con sentido de los real o búsqueda de una verdad que quizás no existe o que quizás es imposible de conocer con integralidad. El pequeño y mugroso debe hacerse cargo de este sucio trabajo y hacerlo como pueda en función a lo que está dentro y fuera de Bruno.

Las emociones, lo que se observa y lo que hace son las herramientas de trabajo de este yo poético que debe recrearlo todo en algo que tenga sentido. El escritor, tiene una serie de limitaciones como lo físico, la educación, la ley (Bruno estudió Derecho), etc. En cambio, el mugroso puede traspasar todo esto e interpretarlo con la indecencia y la impunidad que puede ser “delincuencial” para el yo de la persona que, a su vez, no puede contener a esa voz. Que, al mismo tiempo, necesita de aquél para poder intentar, en lo que dura un poema, aprehender los sucesos y traducirlos en poesía escrita. Esa voz mugrosa permite, al fin y al cabo, la sanidad del propio escritor. El mugroso, igual, contiene los deseos e ilusiones de Bruno, pero los resuelve con una libertad que no tiene el segundo, pudiendo, incluso, extrapolar todo ese universo del mismo.


La ley del deseo
Volviendo a los poemas, encontramos en algunos de ellos versos desprendidos y entristecidos por la imposibilidad de la fusión con la persona a quien están dedicados, pero, a la vez, sin esconder la intensión de entregarlo todo. Aquí retorna el estilo que caracterizó a Bruno en (Alegorías hiperbólicas) o Las ruedas del beso de Reinaldo Arenas. Ese es el caso de Muchacho mordido por un lagarto, en el cual, con guiños a César Moro, el autor intenta mostrar, o entregar, aquello que le es imposible: “Adentro/ frente a ti. Hermoso el mar se levanta por ratos/ como una serpiente encantada.” Lo mismo sucede en el poema prêt à porter: “donde el estribor de mi voz,/ no fue suficiente canto para ti/ ni para nadie.” Con la misma actitud melancólica pero más introspectiva, sin objeto otro que la existencia del autor mismo, que se diferencia de aquellos poemas con toques helénicos y de otras influencias donde lo importante habita afuera, se encuentra en poemas como A bajeles:

Esto no ha pasado desadvertido
y
año tras año, para felicidad de los míos
se me sigue encomendado las mismas pequeñas labores/
por las cuales incluso,
pasada la “insensatez” de la adolescencia,
he llegado a guardar abierto cariño.

De esta manera, el autor retorna al estilo de Alegorías (poemario publicado en el 2004). A veces con los mismos encantos, a veces ya con un tono más personal y existencial como en el caso del soneto (Bruno no esconde su gusto por este estilo de origen italiano ni por poetas de la misma nacionalidad como Cesare Pavese o Cecco Angiolieri) Las ínfulas extrañas. Aquí la voz, es retomada con aquella cierta “dulzura” de Alegorías pero también con una actitud de mayor enfrentamiento, abriendo paso a los asuntos más biográficos, como en los versos mostrados, o como el siguiente: “asir la sangre desdoblada en la noria/ difícilmente levantar mi ofrenda en entrega:/ castigando al parricida, con no menos que la gloria.”

Una novedad que encontramos en este poemario es la pasión del autor por la mitología griega. Este es un terreno peligroso, considerando la audacia y erudición con la que ha sido recorrido por autores como Ezra Pound o Kavafis. Pero lo cierto es que el pequeños y mugroso no se amilana y aparecen los dioses y semidioses con una soltura que aporta a los poemas: Perséfone, Aquiles y Patroclo, se inscriben en el mundo personal del autor, con una naturalidad que los hace tan objetos poéticos como el mar o el río. Sin embargo, el autor tiene un producto más logrado cuando refiere a la historia de Odiseo, fusionando su propia historia con la de Ulises. Siendo que este poemario tiene sensación de viaje, especialmente por Europa, la visión de Lima como lo más referente a aquella isla de eterna búsqueda se presta a que el autor de la dirección de la misma: “Detenerse en Ítaca, por una tarde, a seguir pensando en Lima./ Piensa: al cruzar la calle, el malecón. A 200 metros, el mar.” En una entrevista, Bruno Pólack se refiere al mundo helénico como “(un) mundo tan rico, ineludible para nosotros, de donde salen, entre otras mentiras: la poesía y la religión.”

En suma, El pequeño y mugroso pólack es uno de los mejores poemarios aparecidos en nuestro país en el 2007. El autor retoma el estilo de su libro anterior pero le inflama una serie de nuevas influencias y actitudes personales que hacen mucho más rico su mundo y sus temas. Aquél mundo que el pequeño y mugroso toma para sí (lo hace desde el autor y para el autor) con una facilidad que le dan originalidad a la obra con una entrega total –y personal– a la poesía que empieza en el propio título de la misma y que recorre con gran frescura los poemas hasta su brillante final: “estas palabras son la ruptura del silencio/ que en buena hora/ volvemos a recobrar.” Este poemario, pasa, así, a ser, con éxito, parte de la obra total de Bruno Pólack, que empieza con las Alegorías y de quien esperamos su próximo poemario con mugriento, mas no pequeño, interés.



* Fue co-editor de las revistas Fornix y Evohé. Ha publicado poesía en varias revistas como Ajos y Zafiros, también en Portugal y Alemania. Asimismo, fue miembro del comité editorial de la revista Ideele. En el 2004 publicó el poemario Expresotranseuropeo en la compilación denominada Tetramerón.

Nota sobre la poesía de Miguel Ángel Sanz Chung



Reproducimos la nota publicada en el blog: ¡Oh, palabras vírgenes! sobre la obra del poeta peruano Miguel Ángel Sanz Chung.



Miguel Ángel Sanz Chung, la voz de la manada

Es sorprendente cuantos poetas de talento han aparecido recientemente en el Perú, y entre los jóvenes que tienen una obra que se nota en proceso de consolidación está, Miguel Ángel Sanz Chung, quien participó en uno de los grupos más nombrados entre los muchos que surgieron a comienzos de milenio, Sociedad elefante.Nuestro poeta nació en la ciudad de Lima en 1979 y cursó la carrera de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, homologando su título en la Universidad del País Vasco, en España, donde actualmente reside.En ¡oh, palabras vírgenes! damos una muestra de dos de sus tres libros; los poemas "Tortuga" y "Cisne" corresponden a La voz de la manada (Sociedad Elefante Editores, 2002) y el poema "Rey del universo" corresponde a su último libro, Paciente 164 (Lustra editores, 2009). Dentro de pronto daremos una muestra un poco más extensa del que es para muchos, hasta ahora claro, su mejor libro, Quién las hojas (Editorial Zignos, 2007).


Tomado del blog: http://ohpalabrasvirgenes.blogspot.com/

"Dantes" de Miguel Ildefonso




Título: Dantes.
Género: Poesía.
Autor: Miguel Ildefonso.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 23.5 cms. x 14.6 cms.
Precio: S/. 35.00
Año: 2010
Número de paginas: 198
ISBN: 9786124035111



Poseedor de una fecunda producción literaria que abarca distintos géneros como la poesía, la narrativa y el ensayo, Miguel Ildefonso desarrolla -particularmente en poesía- un universo personalísimo que apela a la autobiografía, a la anécdota, al diálogo constante con los grandes maestros de la creación y a elementos de la cultura popular peruana y estadounidense para tejer una red de referentes intertextuales que se extiende a través de su obra para configurar un hipertexto donde la fragmentación, el collage, la sucesión de imágenes en forma recursiva y la unión de los contrarios abren y cierran puertas en esta gran casa que ha logrado edificar como el lugar donde habitan todas estas pulsiones. Miguel puede hablar desde la Av. Alfonso Ugarte, Cailloma, Camaná o Chacalón, pero también desde una Av. en Nueva York o desde Kavafis, Elvis o Pound, pues el territorio desde donde se enuncia siempre será el concerniente a su inividualidad: a su voz y a su particular modo de articular todos estos referentes en torno a una gran máquina viviente que intenta ser total apelando a la síntesis. En la escritura de Miguel no hay culturas superiores o inferiores, hay culturas. Hay diferencia. Y hay respeto por esa diferencia. Esta es una de las razones por la que su obra es una de las manifestaciones más auténticas surgidas en Hispanoamérica en los últimos años. Es síntesis, pero también un camino abierto. Una posibilidad que refulge en la noche sin fin.


(Reseña de Víctor Ruiz Velazco)

sábado, 1 de mayo de 2010

Nota de "Preparaciones anatómicas" por Camilo Fernández Cozman


Reproducimos la nota que escribió el crítico literario peruano Camilo Fernández Cozman, a propósito del poemario "Preparaciones anatómicas" (Lustra editores, 2009) de Mario Pera, publicada en el blog: La soledad de la página en blanco, el 25/4/2010.



UN BUEN POEMARIO DE MARIO PERA
por Camilo Fernández Cozman


Las universidades han sido, en el Perú, canteras de donde han surgido poetas jóvenes de indiscutible valía. No afirmo que la función primordial de las primeras sea formar artistas de la palabra, mas por la Universidad de San Marcos o la Universidad Católica, entre otras, ha pasado buena cantidad de escritores en nuestro país.
El caso de Mario Pera (Lima, 1981) es prototípico. Estudió Derecho en la Universidad de Lima y ahora nos ofrece su primer poemario: Preparaciones anatómicas (Lima: Lustra, 2009). Me llama la atención la extraña madurez poética que trasunta el mencionado libro. Además, cabe mencionar el profundo conocimiento de la tradición literaria del que hace gala el joven rapsoda. Por último, son dignas de relieve la referencia al mundo grecolatino y la forma tan sutil como Pera se nutre de este legado invalorable.
Hay algo cautivante en Preparaciones anatómicas: el manejo del ritmo y el tono solemne (pero no edulcorado) que se manifiestan a lo largo de los versos: "Había un cuerpo que solía llamarme: ciego pescador de expresiones./ Alacrán,/ siempre dispuesto a incrustar su estilete".
El proyecto es, sin duda, ambicioso: reconstruir los vestigios del pasado y de la memoria colectiva, desde el presente y a través de una contemplación (no exenta de la visión crítica) de los grandes monumentos de la historia. Se trata de yuxtaponer la crisis del tiempo actual al esplendoroso pretérito, en el cual ya asoma, no obstante, la "antigua esencia letal" del ser humano.
El poema más logrado tal vez sea "Roma (S.P.Q.R.)", donde el yo poético le recuerda a Camille, su amada: "Lo sabemos bien/ puesto que es lección ya aprendida:/ ambos somos el cometa que arremete contra la galaxia/ y causa el pánico silente en los humanos". La alusión a la crueldad del Coliseo romano y la pervivencia del erotismo en el Puente Sant'Angelo permiten concebir que el mundo es quizá una bola de cristal que nos lleva, de modo súbito, a la ola tempestuosa del amor o al triunfo de la descomposición de la materia: "La nuestra, Camille,/ es una historia tempestuosa de amistades predilectas;/ de un amor no consumado y mantenido/ como una conserva/ en una lata de atún podrido".
En fin, un buen inicio en el ámbito de la creación poética. Preparaciones anatómicas es un poemario bien armado que merece ser leído con atención.

jueves, 29 de abril de 2010

"Breviario de Santa Inés" de Arturo Corcuera



Título: Breviario de Santa Inés.
Género: Poesía.
Autor: Arturo Corcuera.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 20.0 cms. x 12.5 cms.
Precio: S/. 35.00
Año: 2009
Número de paginas: 91
ISBN: 9786124035012


Querido Víctor Ruiz: va la foto con mi tordo, al que doy de comer todas las mañanas. Viene a darme los buenos días y yo alisto para él unas migas de pan. Antes de hacernos amigos ni de conocerlo siquiera, le hice unos versos para un libro de niños: La Flauta Kikiriki. A veces la poesía se adelanta a los acontecimientos. Me busca en mi dormitorio, me despierta golpeando los cristales con el índice de su pico, entrelazando los toques con sus violines matinales. Si no me ve en la habitación me halla en el lavatorio y mientras me afeito pone un fondo musical de su fino repertorio. Conoce todos mis pasos. Lo cotidiano es que me encuentre escribiendo en el ordenador desde muy temprano. Ingresa por la ventana y se detiene antes de acercarse. A manera de saludo, me dedida unos acordes para luego tomar de mi mano su desayuno. Cuando se siente satisfecho, me agradece con otro concierto antes de partir (...) Ahora que suena la misma música en nuestras vidas, lo menos que he podido hacer es pedirle que posemos juntos para una foto de mi Breviario de Santa Inés.



(Texto del poeta Arturo Corcuera)

"Alucinado" de Luis Boceli



Título: Alucinado.
Género: Poesía.
Autor: Luis Boceli

Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 19.5 cms. x 12.5 cms.

Precio: S/. 20.00
Año: 2009
Número de paginas: 41

ISBN: 9786124035104



Un transtornado, sin razón, o un visionario: eso es un alucinado. La poesía surge de la difícil alquimia operada con los elementos en tales estados. Es la cristalización del combate y amacebamiento de los opuestos. El oficiante de este rito peligroso y transfigurador, el poeta, es un jugador inconsciente de sus transgresiones legales. Sintaxis y gramática son sometidas en las sábanas lúdicas del hacedor de versos. Esta entrega neo-vanguardista de Boceli, donde el cantor es tanto arlequín como guasón, es una proclama de impotencia en los umbrales del siglo XXI. Al ser paradójico, no deja de ser reconfortante en su permanencia el impulso renovador del artista, que en sus empeños recae en actos revolucionarios que la palabra lavada ha vuelto tradición. Podríamos llamarlo el eterno retorno de la poesía. Un vanguardista a pulso se declara aquí el escudriñador verbal de las realidades confusas como el amor y la muerte, entonces el corpus de palabras de Luis Boceli resulta ser la imagen, un monumento compensatorio ante la imposible semántica de lo absoluto.

domingo, 25 de abril de 2010

"Una mancha en el colchón" de Karina Valcárcel



Título: Una mancha en el colchón.
Género: Poesía.
Autor: Karina Valcárcel.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 19.5 cms. x 12.5 cms.
Año: 2010
Número de paginas: 64
ISBN: 9786124035098


El cuerpo como lugar de apropiaciones y pequeñas pulsiones de muerte es el escenario desde donde se desarrolla el discurso de este nuevo poemario de Karina Valcárcel. En Una mancha en el colchón, una psique atormentada por el recuerdo de una vida pasada, por el cambio de rumbo de esta, proyecta sus dudas y temores en múltiples voces que configuran un discurso polifónico, pero siempre al unísono, a la manera de flashbacks que resitúan el recuerdo en una temporalidad inmediata: La huella mnémica, como decía Freud. La mancha, así, se sitúa como signo y letra. Como la huella de un cuerpo que ha cedido su lugar al vacío y que sin embargo dice "presente" en su manifestación metafísica.

Es precisamente este uno de los grandes aciertos de este poemario de Karina Valcárcel, pues no restringe las posibilidades expresivas del cuerpo a una cuestión genital, como tanto y tan mal se hizo en las tan celebradas poéticas femeninas de los años 80s del siglo pasado, sino que, más bien, extiende y hasta, por momentos, hace jirones con su propia piel intentando bordear el territorio desconocido al que ha sido expulsada, y que vuelve suyo, finalmente, no sin antes dejar fuera al Rey que le ha impuesto el castigo o la trampa. Castigo o trampa que Karina ha sabido cortear con esmerada entrega y lascivia.


(escrito por Víctor Ruiz Velazco)

"Trazos de Finitud" de Arturo Sessarego Bosworth



Título: Trazos de finitud.
Género: Poesía.
Autor: Arturo Sessarego Bosworth.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 19.6 cms. x 12.3 cms.
Precio: S/. 20.00
Año: 2010
Número de paginas: 38
ISBN: 9786124035128


El camino de todo peregrino exige una actitud de desprendimiento y de búsqueda gnoseológica, alquimista, cuyo principio y final parten desde el vacío, el cero o la unidad y la nada. La faz del derrotero es como un cuerpo desnudo que dependiendo desde donde sea contemplado nos hablará de alguna historia, reflejará la luz o la oscuridad vital y los distintos estadios del caminante. Las confrontaciones a las que sea sometido el espíritu -en las varias formas en las que éste se manifieste- corresponderán a una constante actitud de búsqueda de la armonía. Mas la armonía puede decirse con el silencio como materia de creación de los actos que anunciarán nuestro paso por la vida: Trazos de finitud.

El orden primigenio de las cosas comienza por la visión del mundo que cada uno construye, que cada uno siente, dotándolas de atributos. Entonces, ¿cuál, la revelación? Es canto que fluye, espectro que asimila nuestro rostro, nuestra propia existencia, el mismo barro, el fuego labrador, la mar vorágine: la cosmogonía de la existencia humana, cuerpo y espíritu son uno. Todos los abismos de felicidad o dolor nos pertenecen y en ellos el conocimiento.


(escrito por joséagustín hayadelatorre)

domingo, 11 de abril de 2010

Nota de "Délibáb, enemigo del viento" de Víctor Ruiz Velazco



Reproducimos esta pequeña nota sobre el poemario: Délibáb, Enemigo del viento de Víctor Ruiz Velazco, publicó el blog: Oh palabras vírgenes!

Hemos querido iniciar nuestras labores con unos de los poetas jóvenes (de la llamada generación del 2000) más laboriosos, tanto en creación como en edición. Para nadie relacionado con el mundo de la literatura en el Perú -y creciendo- es un secreto el excelente trabajo que ha desempeñado la editorial Lustra a favor de la poesía peruana en la última década (con cargo a investigar más, creo que todos los jóvenes, alta y medianamente prometedores de la poesía peruana, y en algunos casos sudamericana, han publicado en esta editorial). Pues esta es conducida por Víctor Ruiz. Por lo que les debemos a nuestros novísimos lectores una entrevista sobre este y otros temas con el poeta y editor.

De momento nos quedamos con algunos textos suyos que nos han llamado la atención de su libro "Delibab, enemigo del viento" publicado por la editorial Lustra a fines del 2007.

martes, 9 de marzo de 2010

Reseña del poemario "Preparaciones anatómicas" por Renato Sandoval Bacigalupo



La presente, es una reseña efectuada por el reconocido poeta, filólogo, editor y promotor cultural peruano Renato Sandoval Bacigalupo, respecto al poemario "Preparaciones anatómicas" de Mario Pera (Lustra editores, 2009).


Mario Pera. Preparaciones anatómicas. Lima: Lustra editores, 2009, 55 pp.

Hace pocas semanas, a fines del 2009, cuando estaba por concluir la primera década del tercer milenio y, en lo particular, cuando algunos habíamos perdido las esperanzas de que en ese decenio se cumpliera en verdad la tantas veces prometida ruptura-renovación en la poesía peruana, surge in extremis la voz reivindicadora de Mario Pera (Lima, 1981), quien a través de Preparaciones anatómicas salva el honor de la palabra poética com-prometida de una nueva hornada, que si bien ha lanzado al ruedo algunos títulos de mayor o menor interés, tal vez ninguno de ellos esté a la altura (o profundidad) del que ahora se menciona.

Y es que el de Pera rezuma densidad poética por donde se lo mire: en el tono, en la mirada, en los bemoles y sostenidos con que su particular mundo se anuncia, adelanta, sumerge, surge y contonea. La misma densidad con que sus admirados referentes literarios -por ejemplo, los alemanes, como Rilke, Trakl y Kafka- construyen un universo a la vez arcádico y decadente, henchido de claroscuros y agujeros negros, donde la asfixia es el aire contenido y la muerte, la vida como posibilidad e irredención.

Dicht, en alemán, es “denso” y “Dichtung”, su derivado, es “poesía”; más aún: “Gedicht” (el poema) es el participio de “adensar”; es decir, lo mayor que ha sido comprimido hasta lo menor; lo que de tan contenido que ahora es en algún momento puede explosionar. De donde el quehacer literario se define en relación directa a su complexión y a su potencialidad de estallar. Es -o debería ser- una bomba de tiempo o nitroglicerina viva, por lo que estar ante él es enfrentar un peligro, es sentir la amenaza de un desenlace flamígero, es ir tragando saliva conforme se lo transporta (¿hacia dónde?) entre las manos. Esa, al menos, es la sensación que a algunos produce la lectura de Preparaciones anatómicas. Un peligro ubicuo e inminente inunda todas sus páginas, como si el cosmos fuera el reino de lo fugaz y de lo perecedero, y donde la angustia, el escepticismo y hasta la desesperanza se pasean a sus anchas.

Porque la poesía de Pera es rica en la duda y en el desengaño, donde no hay dios que valga ni que sea digno de respeto, como que tampoco existe un amor certero, un rostro auténtico, una brisa ancha. Arduo es su trayecto y acezante su respiro; en sus labios persiste el malsabor de una noche que no concluye nunca y que prefiere degustar rencor o desprecio, más que resignación o pueril esperanza. La poesía de Pera es a la vida como la plegaria de un ateo antes de la muerte: una voluntad intensa de decirlo todo ante la sorda indiferencia de la nada, una ecuánime confesión de parte sobre el horror, el absurdo y la decadencia de la vida al borde del abismo o en medio de la nada.

La poesía de Pera, que a todas luces (sic) brega por no negarse a sí misma más de la cuenta, se adensa como la sangre fuerte de un buey degollado pero mil veces digno, o como algún improbable vino pampeano que tenga largo final.


Renato Sandoval Bacigalupo
Marzo, 2010
 

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