lunes, 21 de septiembre de 2009

Nota en el Diario "El Comercio" sobre el poemario "El pequeño y mugroso pólack"

Reproducimos la nota que publicó Diego Otero en el Diario El Comercio sobre el poemario El pequeño y mugroso pólack de Bruno Polack, el día 27/11/2007.


EL PEQUEÑO Y MUGROSO PÓLACK

Bruno Pólack
Lustra editores
Lima, 2007


Bruno Polack ya había demostrado un talento inusual cuando su libro (Alegorías hiperbólicas) o las ruedas del beso de Reinaldo Arenas destacó como la propuesta más sólida de Tetramerón, ese four pack poético (Polack, Sergio Camacho, Diego Molina y Luis Cruz) publicado en el 2003.

Lo de ahora, a pesar del título autoindulgente y engañoso, es un paso adelante, una apuesta en la que hay dosis equilibradas de riesgo y de control. El pequeño y mugroso Pólack es un libro breve pero intenso, áspero, difícil, planteado en un lenguaje inteligente y oscuro. Y como para complicarle las cosas más al lector, es un libro en el que el eje temático es la confusión del viaje; un viaje que es físico -a veces incluso errático- y simbólico. "Ya que ha pasado lo que tan febrilmente anhelé / anhelo ahora el tiempo de los anhelos", dice Pólack, con melancólica ironía. Recomendable.

(escrito por Diego Otero)


(Crédito de la nota:
(Crédito de la fotografía:

Entrevista a Renato Sandoval respecto a su último poemario "Suzuki Blues"

Reproducimos aquí la entrevista que hiciera el periodista Carlos M. Sotomayor al poeta Renato Sandoval, con motivo de la publicación del poemario Suzuki blues, entrevista publicada en el blog Letra Capital el día 10/09/2006.


Además de celebrado traductor e infatigable editor, Renato Sandoval es desde hace varios años –sobre todo desde Nostos– un poeta importante. Tomando como punto de partida un texto perteneciente a la poesía oriental, Sandoval nos entrega Suzuki blues (Lustra editores, 2006), un logrado y personal conjunto de poemas.

CARLOS M. SOTOMAYOR: A diferencia de otros libros tuyos en donde se percibía un acercamiento a la tradición occidental, en Suzuki blues hay un diálogo con la oriental...
RENATO SANDOVAL: He estado sumergido desde hace muchos años en lo oriental, tanto por el lado literario como por el lingüístico. Hace años estudié japonés, por ejemplo. Y también en la cuestión filosófica del budismo zen, pero obviamente interpretado muy a mi manera. Y claro, en este libro hay una expresión y búsqueda consciente. Pero creo que en otros libros anteriores también la había, pero no de modo tan explícito como en este caso.

CMS: La actitud de algunos autores, que reniegan de la tradición, muchas veces se debe en realidad a un desconocimiento...
RS:
Tienes razón, mucha gente rechaza algo antes de haberlo conocido, ya sea por prejuicio o por deficiencia, por flojera o por falta de tiempo (ríe). Para mí siempre hay que tener un conocimiento de causa de las cosas. Lo que importa es cómo te sitúas frente a esas distintas tradiciones y en qué cosas puedes decir algo personal. No se trata de repetirlas o imitarlas. Ese es el reto.

CMS: En Suzuki blues, los poemas han surgido inspirados en un determinado texto oriental.
RS:
Así como es un diálogo con cada tradición, hay un intento de ir siempre más allá y plantear mi propio punto de vista. Y obviamente si el lector conociera el texto en el cual está inspirado, “aprovecharía” más la lectura. Sin embargo, este no es el caso; es que los poemas funcionan por sí mismos.

CMS: El arte de la contemplación, muy vinculado a lo oriental, está presente en el poemario, pero enriquecido con otra visión.
RS:
La idea del paisaje asimilado o visto como algo externo, pero que se va a terminar procesando dentro de uno. Claro, es un paisaje tanto a lo oriental como a lo occidental. Están las calles, el semáforo, el smog, y también todos los motivos de la naturaleza convencional que también tenemos acá; y, por otro lado, que yo mismo me figuro y refiguro en un intento de diálogo no sólo con la tradición poética, sino también con el mundo de las imágenes y de las ideas.

CMS: También se percibe una indagación por lo efímero del ser humano.
RS:
La fugacidad, la “impermanencia” del tiempo. Y, por otro lado, no es en sí mismo algo oriental. En todos los tiempos, en todas las épocas, en todas las culturas, está la muerte, la vida, el paso del tiempo, el deterioro. El caso de los zen, que tiene que ver con la tradición de China, Corea, la cuestión marcada, explicitada en el sentido de que debe haber una reacción frente a esa confrontación con la “impermanencia”. Te desesperas, te angustias, te metes en un callejón sin salida: esto es lo que occidentalmente pasaría. O, según el zen, encuentras una especie de equilibrio, que es a fin de cuentas la sabiduría. Esto es lo difícil de conseguir. En este libro presento muchas circunstancias que pueden llevar fácilmente a la desesperación, pero busco una alternativa. El problema es que no siempre lo logro. Ahí es que queda esa contradicción permanente que se expone en muchos de los poemas. Ese sería, para mí, su originalidad. Porque no son poemas zen.

CMS: Además de poeta, se te conoce como un reconocido traductor. ¿Cómo surge esa afición?
RS:
Es más producto de toda una curiosidad. He viajado, y eso me ha permitido ver literatura en otros idiomas y en las lenguas originales. De ahí a querer compartir esas lecturas y, por lo tanto, traducir no es una cuestión muy fácil.

CMS: En Lima no siempre se encuentran traducciones óptimas.
RS:
La oferta en el mercado es limitada y no te ofrece muchas opciones. El 60% o más de lo que lees en tu vida son traducciones. Imagínate que si no han traducido bien, como ocurre en la mayoría de los casos, no tenemos certeza de haber leído a los verdaderos autores y no a los traductores (ríe).

CMS: Muchos recuerdan tu labor editorial con Nido de cuervos...
RS:
Bueno, Nido de cuervos ha renacido. Acabo de sacar un libro de cuentos de Canadá, pero de la zona de Quebec, un lugar del cual hasta donde yo sé nunca ha salido nada traducido al español. Con ese libro vuelvo a las andadas, más otros libros más que estoy preparando. Y también voy a volver a sacar la revista Fórnix.


(Crédito de la entrevista:
(Crédito de la fotografía: http://www.kaupe.com.ar/email.htm)

El pequeño y mugroso pólack de Bruno Polack


Título: El pequeño y mugroso pólack .
Género: Poesía.
Autor: Bruno Polack.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 20.5 cms. x 15 cms.
Precio: S/. 25.00
Año: 2007
Número de paginas: 44
ISBN: 9786034511927


Hace algunos años, la publicación de "Tetramerón" –libro que albergaba las propuestas de cuatro autores– dejó como saldo positivo la original e interesante voz de un poeta en ciernes. Se trataba de Bruno Polack y su poemario (Alegorías hiperbólicas) o Las ruedas del beso de Reinaldo Arenas. En dicho primer poemario, el autor ya lucía el singular oficio e interesante técnica que con los años se ha intensificado, consolidando una propuesta innovadora, no solo en cuanto a los temas y diversas alusiones simbólicas referidas, sino también en cuanto al lirismo que el mencionado poeta ha hallado, y que le ha valido cosechar no pocos elogios.

Es así, que Bruno Polack nos sorprendió gratamente con un nuevo poemario en el 2007 -el mismo que se hizo esperar con ansias por parte de aquellos que habían conocido su propuesta primigenia-. Dicho poemario fue titulado: El pequeño y mugroso pólack, título con el que el autor no solo apelaba a una versión lúdica de sí mismo, sino también hacía referencia a una poética caracterizada por la mezcla de un humor negro e irreverente, con una prolijidad lírica bastante escasa en la poesía peruana de las últimas décadas. El poeta se vistió así de saco y corbata, pero no apartó de su expresión, aquella ironía, a veces tan necesaria para poder sobrellevar la existencia.

Nota sobre "Una morada tras los reinos" publicada en el Diario "El Peruano"


Reproducimos la nota que publicara en el Diario El Peruano Giancarlo Stagnaro sobre el poemario Una morada tras los reinos de Denisse Vega Farfán, el día 23/10/2008


POESÍA. DENISSE VEGA FARFÁN RECIBE HOY PREMIO POESÍA JOVEN DEL PERÚ 2008.

En busca de otras soledades
Trujillana presenta poemario ganador Una morada tras los reinos

Una noche de reconocimiento al talento nacional se efectúa hoy durante la ceremonia de premiación del concurso Poesía Joven del Perú 2008, evento organizado por el centro cultural de España y el sello peruano Lustra editores. Además, se presentará el poemario ganador del certamen, Una morada tras los reinos, de la poeta trujillana Denisse Vega Farfán. Este evento se realizará en Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz, a las 18.30 horas. En el mismo acto, se hará un reconocimiento a la única mención honrosa, otorgada a la obra Bendita eres entre todas..., de Melissa Ghezzi.

Denisse Vega Farfán (Trujillo, 1986) ha publicado anteriormente el poemario Euritmia (2005) y la plaqueta Palabra de junco. Ha obtenido el premio Pluma Vallejiana de la Universidad César Vallejo, así como una mención honrosa en la 13ª Bienal de Poesía Premio Copé Internacional 2007.

Hace falta reconciliarnos con nosotros, saber quiénes somos, atrevernos a educar nuestra libertad. Por ello, el libro parte de la fuerte inestabilidad del yo poético insertado en dos reinos, uno de sí mismo y otro del sistema, pero que son recreados con su pasado, su origen disperso, la agonía de seres cercanos”, sostiene Vega Farfán sobre su reciente poemario.La soledad es un aspecto que ella ha explorado conscientemente. “Avanzamos más en tecnología, en comunicaciones, pero nos perdemos más de sí mismos, nos sabemos comunicar menos. En este libro, el yo poético trata de buscar otra soledad, recobrando el valor de su libertad.”

Datos
Textos de Vega Farfán han sido incluidos en las antologías 19 poetas peruanos. Generación del 2000 (Miguel Ildefonso, 2006) y de la muestra de poesía joven Generación del 2000? (Claroscuro, Círculo Abierto Editores, 2006).

Ha participado en varias exposiciones pictóricas de la ciudad y sus poemas han sido publicados en periódicos regionales, así como en revistas y páginas web.

Poemas suyos han sido traducidos al inglés y al francés; y aparecen en diversas antologías de poesía, nacionales e internacionales. Pintora autodidacta, exponiendo en diversas exposiciones pictóricas locales.

Comentan Una morada entre los reinos el poeta Arturo Corcuera y el narrador José Donayre Hoefken.


(Crédito de la nota:
(Crédito de la fotografía:

Nota de "Una mirada tras los reinos" publicada en el Diario "La República"


Reproducimos la nota que publicara en el Diario La República Javier Ágreda, sobre el poemario Una morada tras los reinos de Denisse Vega Farfán, el día 07/12/2008.


Una morada tras los reinos

Con Una morada tras los reinos (Lustra editores, 2008), la escritora Denisse Vega (Trujillo, 1986) obtuvo recientemente el Premio Poesía Joven del Perú, otorgado por el Centro Cultural de España. El libro es en realidad un largo poema que describe el mundo de hoy a través del imaginario empleado en las ficciones posapocalípticas. La sociedad posmoderna y globalizada vista como reinos crueles y violentos de los que el yo poético intenta desesperadamente escapar, aunque sea a través de la irreal morada de la fantasía.

Son las descripciones de esos reinos, en las que se mezclan lo orgánico con lo inanimado, lo que más llama la atención del poema: “animal de ceniza/ esteparia sangre /coágulos de cieno mal zurcidos”. El propio hablante se presenta a sí mismo en términos similares (“mi vacío lleno de cobalto / de aves enfermas dueñas de palabras...”), y también a los otros personajes de esta ficción: el Rey, símbolo de la autoridad y el poder, y un innominado niño que representa la inocencia y la esperanza. A ellos se suma una voz que se expresa en los poemas escritos en cursiva; una voz que se alterna con la del hablante y que parece simbolizar una cierta sabiduría ancestral que guía al yo poético en su huida de los reinos infernales.

Partiendo de este esquema, Vega crea y sostiene acertadamente su peculiar universo poético. Pero a medida que avanza en la lectura se hacen sentir algunas deficiencias: no hay ninguna evolución en el hablante y tanto el rey como el niño devienen en algo así como categorías decorativas; y hasta las ya mencionadas descripciones se vuelven demasiado reiterativas y retóricas. De la tan ansiada morada, solo se conocen vagas generalidades, como que es el único lugar en el que existen la libertad, los sueños y el amor. Finalmente, en el último poema, la “sabiduría” nos hace una revelación que le da un nuevo e inesperado sentido al texto.

Las palabras “reino” y “morada” remiten inevitablemente a una línea dentro de la literatura peruana; la de la poesía que crea universos personales y subjetivos, iniciada por Eguren y continuada por Jorge Eduardo Eielson y Javier Sologuren (entre otros), autores de Reinos y El morador, respectivamente. Denisse Vega inscribe su poesía dentro de esa tradición, aunque el mundo que nos presenta en Una morada tras los reinos (en cuya portada se aprecia una pintura de Eielson) esté más cerca de las peores y más pesimistas pesadillas que del purismo y virtuosismo formal de aquellos poetas de la generación del '50.


(Crédito de la fotografía:

Una morada tras los reinos de Denisse Vega Farfán




Título: Una morada tras los reinos.
Género: Poesía.
Autor: Denisse Vega Farfán.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 23 cms. x 13 cms.
Precio: S/. 20.00
Año: 2008
Número de paginas: 52
ISBN: 9786034035119


El poemario Una morada tras los reinos*, de Denisse Vega Farfán, es un libro insólito dentro del panorama de la poesía peruana del siglo XXI. Hemos estado acostumbrados a la suave poesía de mujeres a lo largo de décadas. Musas sempiternas en la marea de los siglos, se hicieron de una voz propia delicada y sutil, hasta que aparecieron las negadoras de la corriente central, las poetas de los años setenta del siglo XX, que buscaban sus antecedentes remotos en Safo o en Sor Juana Inés de la Cruz. Dueñas de una poesía áspera y provocadora, nos legaron, cual nuevas expresionistas, el grito y enfrentamiento con un mundo patriarcal.

Denisse Vega Farfán tiene una voz diferente. Sus ojos son humo y humo azul su lengua. Su única identificación -dice- es que no sabe bien quién es. Su arte es el de la resistencia. Su linaje es tan variado que no se sabe bien de dónde viene. Una poesía como la suya solo lejanamente tiene vinculación con la de sus antecesoras. Deja atrás la dicotomía varón-hembra y expresa la condición de soledad de la especie humana. Tiene la voluntad de durar, como la expresó Baruch Spinoza, contra viento y marea, en medio de montañas de polvo y piedras que ruedan dentro de nuestra carne. Se trata de una poesía necesaria para su autora, y como la técnica con la que se expresa es tempranamente depurada, se hace también importante para el lector que la paladea.

(escrito por Marco Martos)


* Cabe destacar, que el poemario Una morada tras los reinos de Denisse Vega Farfán, fue el ganador del Premio Poesía Jóven del Perú 2008, co-organizado por Lustra editores y el Centro Cultural de España.

Nota sobre "Suzuki Blues" escrita por Javier Ágreda



Reproducimos en la presente entrada, la nota que sobre el poemario Suzuki Blues de Renato Sandoval, publicó Javier Ágreda en su blog Libros, el día 03/07/2006.


Renato Sandoval
(Lima, 1957) es uno de los más empeñosos difusores de la poesía en nuestro medio, tanto por su trabajo académico (en las universidades Católica y de Lima) como por su labor como traductor, director de revistas literarias y editor de libros. A ello suma su propia obra -iniciada con Singladuras (1985) y que tiene su punto más alto en Nostos (1996)- que une la reflexión poética con el conocimiento de las diversas vertientes de la tradición literaria occidental, desde los clásicos grecolatinos hasta los escritores nórdicos de la actualidad. En su nuevo poemario Suzuki Blues (Lustra, 2006) Sandoval incursiona, con el mismo rigor y documentación, en ámbitos propios de la literatura oriental.

Medio centenar de poemas, de una extensión promedio de unos 15 versos, componen Suzuki blues; y cada uno de ellos parte de un haiku, renga o tanka de algunos de los poetas “clásicos” orientales: Basho, Li Po, Wangiu, Tu Fu, etc. Los textos de Sandoval retoman motivos de esos poemas para desarrollarlos y traerlos a nuestro contexto actual. La observación de la naturaleza, tan característica del arte oriental, se combina por eso con descripciones de la vida urbana moderna: “Hoy el rocío borra lo escrito...” se inicia uno de los poemas basados en textos de Basho, para después pasar a hablar del “smog” y los “claxons”, inevitable telón de fondo de nuestra “tanta prisa” cotidiana.

Lo que se mantiene constante son los temas, que remiten a las concepciones básicas del budismo y taoísmo: la impermanencia o condición efímera de todo lo humano, el elogio de la sencillez y la pureza, la opción por lo quieto y pasivo, la búsqueda de una verdad interior. La oposición de estos fundamentos con nuestra religiosidad cristiana, obsesiva búsqueda de conocimientos científicos y optimista fe en el futuro se convierte por eso en el eje de la mayoría de los poemas. Sandoval expresa esa oposición a través de imágenes y elementos simbólicos que contrastan lo diurno y lo nocturno (sol-luna, trabajar-dormir, luz-sombra): “ríe en el sol la última marmita y a la luna señala...

Resulta un verdadero acierto abordar esta temática sin imitar formas o técnicas de la literatura oriental; y sin llegar a ese malentendido minimalismo en que han caído otros autores con proyectos similares. Por el contrario, en Suzuki blues el manejo de los símbolos e imágenes está inscrito en esa línea literaria que va de la poesía simbolista (Sandoval ha escrito ensayos sobre Eguren y Rilke) hasta los herméticos italianos. Y en cuanto al lenguaje, el empleo de aliteraciones y rupturas gramaticales, sumado a la peculiar adjetivación, hace que algunos versos adquieran resonancias vallejianas: “Sinfónica la mora / que cobra tres y otros / tres por nada cierto y aun / dos más entre tanta ortopedia y descalabro...

(Crédito de la fotografía:

Suzuki Blues de Renato Sandoval


Título: Suzuki Blues.
Género: Poesía.
Autor: Renato Sandoval.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 19.5 cms. x 13.8 cms.
Precio: S/. 20.00
Año: 2006
Número de paginas: 62
ISBN: 9972257037


Suzuki Blues, es el sexto poemario que nos entrega el poeta peruano Renato Sandoval, de quien no sin justicia podemos afirmar que se trata, además, de uno de los principales promotores culturales del Perú. Para corroborar esto bastaría apreciar su ardua labor de traductor y editor de autores imprescindibles para la tradición occidental (Arnaut Daniel, Pavese, Rilke, Kafka), al igual que de autores de tradiciones muy poco conocidas en América Latina como la nórdica (Agren, Haavikko, Södergran, Stenberg, Boberg) revistas de circulación nacional e internacional (Evohé y Fórnix), investigador de lenguas aborígenes en extinción y viajero incansable. Todo esto hecho con la "oriental" modestia y el perfil bajo que siempre lo han caracterizado.

Pero si Renato Sandoval es un gran traductor y editor, también es un poeta notable, que ha aspirado siempre a la universalidad. Y es que sus poemarios tienen el mismo afán por mostrar la voz del otro, esto, en parte, como consecuencia del fenómeno de globalización, en su sentido positivo, del que el autor siempre ha querido dar cuenta. En ese sentido, Suzuki Blues responde, por ejemplo, a un diálogo profundo entre la literatura zen (de Corea, Japón y China) y la tradición poética de Occidente, mediante el procedimiento del uso del pasado (a la manera de Jung) para la estructuración del presente. Así, todos los textos de este libro tienen como punto de partida un haiku, un renga, un tanka o un koan, pertenecientes a algún poeta de Oriente, cuyo nombre aparece consignado entre paréntesis al final de cada poema.

Nota sobre "Canto de la Herrumbre", escrita por Pedro Granados


Reproducimos aquí la nota que sobre el poemario Canto de la Herrumbre de José Agustín Haya de la Torre, publicara Pedro Granados en el blog de Pedro Granados, el día 29/06/2007.


Canto de la Herrumbre de José Agustín Haya de la Torre (Lima: Lustra editores, 2006)

Nos ha dejado una muy positiva impresión este primer poemario de José Agustín (Lima, 1981), aquello de su “inquebrantable creencia en la poesía” que es otro modo de declarar su fervor por ella y, sobre todo, sabiendo hacérnoslo compartir. Creemos que éste es el distintivo fundamental de la vocación de alguien que se echa a escribir poesía, muy por encima de hacerlo cara a temas, agendas teóricas o efemérides. Ciertamente, también percibimos el eco de sus lecturas --como es de preveer en un graduado de literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos--, pero éstas se hallan siempre al servicio de aquella pasión primigenia; jamás pretenden ser onanista vitrina de saberes y, algo más importante, el yo poético rechaza mostrarse de antemano como un sujeto listo ante el lector: el contrato que establecen ambos es más bien de mutua fragilidad y, paradójicamente, sostenida curiosidad ante la existencia.

El reiterado cultivo del oxímoron muerte-vida, que le viene a Haya de la Torre por parte de Vallejo (vía Javier Heraud y César Moro, en este orden), se haya internalizado en la médula de su escritura; no es alusión meramente superficial, menos, giro conformista o melancólico. Aquél es pepa de la alegría que destila todo este poemario; gozo auténtico, aunque no menos reflexivo, quizá a la manera de un Dylan Thomas. De alguien que piensa con los pulmones, con los que se debería también escribir, y a un --singularmente prematuro-- ritmo de su propia respiración:

Alguna vez…

Alguna vez
a la muerte encontré
sentada frente a mí
descorazonada

En ella me reconocí

Siempre hemos sido
los mismos
Siempre
los que del fuego hemos cuidado

Ve y ama
terminó diciéndome

Y me eché a morir
Amándola



(Crédito de la nota: http://blog.pucp.edu.pe/item/11199)
(Crédito de la fotografía:

"Canto de la Herrumbre" de José Agustín Haya de la Torre


Título: Canto de la Herrumbre.
Género: Poesía.
Autor: José Agustín Haya de la Torre.
Editorial: Lustra editores.
Dimensión: 19.5 cms. x 16.9 cms.
Precio: S/. 20.00
Año: 2006
Número de paginas: 40
ISBN: 9789972257070


El poemario Canto de la Herrumbre, de José Agustín Haya de la Torre, es un canto callado, debido a la herrumbre que sella nuestras gargantas, es el resultado de un trabajo constante y honesto de parte del poeta frente a la poesía. Un trabajo arduo que copó los primeros años de producción literaria del autor, de quien poco supimos antes de la publicación del presente libro en el año 2006, tras los múltiples recitales, encuentros y publicaciones en los que participó a comienzos del año 2000. Sin embargo, por fortuna José A. Haya de la Torre decidió volver del silencio, para efectuar la entrega de este poemario breve, pero muy sólido.

Canto de la Herrumbre, contiene poemas cargados de contemplación y una búsqueda de silencio, y mas silencio, como no podría ser de otra manera. Y es así que el autor construye este libro "en clave de muerte", pues es solo después de la llegada de ésta que la voz es liberada de su cuerpo opresor y puede reformularse incluso en las voces de otros para ser transgresiva. Este poemario se escribió para volver al silencio, y para poder tener el tiempo de amar. Los periodos de silencio del poeta, suelen ser los más fecundos en su proceso de aprendizaje, pues es desde el silencio que éste construye todo un universo cargado de vida, música y color; es desde el silencio que el poeta aprende a escuchar y sentir su ritmo interior. Sus latidos. Los poetas se preparan desde el silencio para embestir al mundo, que duda cabe.

El concepto de la herrumbre en relación al viaje que significa hacer un libro, y tan íntimamente ligado éste al tema de la muerte como destino último e infranqueable, y sin embargo, liberador, queremos entenderlo por el lado del viaje que incluso en el distanciamiento del camino (que para muchos otros implicaría el perderse) encuentra su recompensa en la ruta que traza día tras día porque está siempre dispuesto a sorprenderse, ver y deleitarse, y hacernos partícipes siempre in sito, nunca virtualmente, de aquello que otros no ven ni pueden sentir, porque deciden llamar a una agencia y convertirse en "turistas" intelectuales, en algunos casos. En contraposición a esto, el presente poemario tiene ese sabor añejo de lo real y vívido, solo apreciable en aquellas cosas que realmente importan porque fueron forjadas por el tiempo, la alineación de las grandes figuras celestes y el Amor, y su siempre manifiesto deseo de trascendencia. Este es pues, el designio de Canto de la Herrumbre.
 

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